Callos con garbanzos en olla express

Receta de callos con garbanzos
El garbanzo grande 55/60, originario de Andalucía y Zamora (España), tiene un grano grueso y redondo con una piel arrugada y de color claro. Es ideal para platos de invierno como el cocido español y también para ensaladas frías con verduras.
El consumo de esta legumbre es muy recomendable por su alto valor nutritivo. Los garbanzos nos aportan muchos hidratos de carbono de absorción lenta, son ricos en proteínas, minerales, hierro y fibra y contienen menos grasas saturadas. En España se utilizan en un plato típico llamado garbanzos con callos.
Receta Callos
Si hay un plato característico del otoño en la provincia de Cádiz, ese es el delicioso guiso de potaje de garbanzos y callos, o lo que es lo mismo, 'el menudo'. Este plato es muy tradicional y se caracteriza por el sabor picante que contiene.
Estos ingredientes dan para una buena olla de potaje de callos, al menos para 4 personas, así que lo que podéis hacer si sois pocos en casa y os sobra es congelarlos, para no tener que trabajar mucho en la cocina.
En primer lugar, hay que lavar muy bien los callos bajo el grifo, al menos 3 lavados. Después, los coceremos durante una hora, en la olla exprés, junto con agua (hasta cubrirlos) y una cebolla. Tras esta cocción, se vuelven a lavar, tirando el agua y también la cebolla.
Receta de callos con garbanzos
A la hora de elegir los callos, deben ser gruesos, firmes y blancos, pero no de un blanco brillante, ya que esto indica que han sido blanqueados. La cantidad utilizada aquí puede parecer mucha, pero la madre de Angela no recuerda haber cocinado menos de 2 kg de trippa en su vida. Siempre que haya bastante pan para absorber los jugos, rara vez sobrará.
Las temperaturas del horno son para horno convencional; si se usa ventilador forzado (convección), reducir la temperatura 20˚C. | Utilizamos cucharadas y tazas australianas: 1 cucharadita equivale a 5 ml; 1 cucharada equivale a 20 ml; 1 taza equivale a 250 ml. | Todas las hierbas son frescas (a menos que se especifique lo contrario) y las tazas están ligeramente envasadas. | Todas las verduras son de tamaño medio y están peladas, salvo que se especifique lo contrario. | Todos los huevos son de 55-60 g, a menos que se especifique.
Poner los callos en una cacerola grande con agua hirviendo. Dejar que el agua vuelva a hervir y cocer durante 5 minutos. Escurrir los callos y lavarlos bien en agua fría hasta que se enfríen. Sumergir los callos y el limón en un bol grande o en un cazo con agua fría durante 30 minutos.
Sacar y escurrir los callos. Cortar en trozos de unos 4 cm x 15 cm. Volver a poner los callos en la cacerola vacía a fuego lento, tapados, y cocer durante 10-12 minutos o hasta que los callos hayan soltado todo el exceso de humedad. Escurrir y reservar.
Receta de callos uk
Esta es una receta que empezó hace unas semanas cuando visité el bar de tapas Sr. Guilho y comí unos callos deliciosos, un guiso de callos cocidos con garbanzos y chorizo, ricos con tonos ahumados del chorizo tierno y el pimentón. Sabía más o menos como cuando lo comí en España el verano pasado, cuando hacía autostop con Nora desde Burdeos, Francia, de vuelta a Lisboa. Las muchas historias de ese viaje las dejaré para otro momento (o para un libro, quién sabe), pero lo que me encanta de los callos, una vez superada la idea de comer intestinos de animales y el olor acre cuando se cocinan, es la hermosa calidad gelatinosa de la carne en sí, tierna y llena de sabor cuando se cocina bien.
He adaptado aquí y allá la receta original española, porque "una receta debe ser una melodía a la que puedas cantar tu propia canción", en palabras de Rick Stein. Mi versión resultó bastante ligera, con zanahorias, vino blanco y caldo de pollo y garbanzos frescos para darle un poco más de textura. Siempre que lo preparo, invito a amigos para compartirlo, porque es un plato que sabe mejor en una gran cazuela de barro en el centro de la mesa, con un buen vino tinto, pan crujiente y todo el mundo a la mesa. Además, la carne de vísceras no es asquerosa, en realidad es buena para la salud y, al comerla en la mayor cantidad posible, es tu forma de rendir respeto al animal que murió por tus pecados. En otras palabras: ser vegano o vegetariano no es un problema, ser un hipócrita carnívoro sí lo es (a menos que no te guste la textura de los callos, en cuyo caso estás perdonado).