Con que acompañar pinchos morunos

Comidas españolas
Sus antioxidantes le confieren una gran variedad de aromas como el de hoja verde y manzana, que combinan a la perfección con marcadas notas amargas y picantes. Cornicabra es un aceite lleno de carácter y que se mantiene estable en el tiempo.
La persistencia típica de la variedad Cornicabra lo hace ideal para acompañar tapas consistentes como cecina variada, patatas bravas o pinchos morunos. Realza platos de cuchara, arroces, pastas y pizzas vegetales. Marida a la perfección con asados, cordero y guisos. Pruébelo en barbacoas de verduras, especialmente alcachofas, berenjenas, calabacines o ensaladas a base de hojas de escarola o berros. Delicioso con preparaciones de chocolate intenso, como mousses y coulant.
Recetas de pintxos
Hay muchas formas de preparar un adobo de carne para pinchos morunos, la gama es muy amplia en cuanto a condimentos. Se pueden aplicar diferentes especias, se puede aromatizar con vino u otros licores, se pueden utilizar diferentes tipos de carne. En cualquier caso, hay algunas constantes en la preparación de cualquier carne para hacer un buen pincho moruno.
Inicialmente los adobos se hacían sólo con sal y vinagre, se trataba más de conservar el alimento que de darle sabor, algo que también ocurrió, más tarde se introdujo el pimentón como elemento aromatizante, hoy en día son muchos los ingredientes que se suman a un buen adobo, y esto se debe a la internacionalización de esta técnica que, originalmente, comenzó en España, y más concretamente en Castilla.
Las ventajas de hacer un buen adobo son muchas, la carne se vuelve más dulce, más jugosa, las fibras se ablandan y se llena de sabores que añadimos con las especias, los cítricos y el propio aceite de oliva virgen extra. También ganamos en tiempo de conservación, alargamos la vida útil, nos permite preparar cantidades con las que vamos a poder jugar, en hostelería esto se convierte en una gran ventaja porque podemos tener un resto precocinado para guardar y servir en cualquier momento.
Recetas españolas
Anthony Bourdain dijo una vez: "La comida callejera, creo, es la salvación de la raza humana". Es toda una afirmación. Y me hizo preguntarme, ¿cómo podría la comida callejera salvar a la raza humana del daño, la pérdida o la ruina? La comida callejera se define como comida "lista para comer" vendida por un vendedor en un mercado o en la calle. El término abarca una amplia gama de alimentos preparados, servidos y vendidos en puestos, carritos o camiones de comida.
Por ejemplo, los pinchos morunos. Pequeños dados de carne ensartados en brochetas y asados en un brasero de carbón. También conocidos como pinchitos, suelen venderlos vendedores ambulantes en Andalucía y Extramadura a clientes hambrientos. Este alimento puede dar alguna pista sobre la afirmación de Bourdain. El propio nombre revela sus orígenes: estas brochetas ensartadas proceden de los moros que ocuparon el sur de España durante la Edad Media. Los moros adobaban la carne, casi siempre de cordero, con aceite de oliva y especias (ajo, comino, tomillo, orégano y cúrcuma). Mucho después de que los moros fueran derrotados con la caída de Granada, estos pinchos de carne siguieron sirviéndose a la gente hambrienta en las esquinas y en los mercados. Sin duda, los pinchos han evolucionado con el tiempo, sustituyendo el cordero por el cerdo y el pollo. Pero su historia vincula a los españoles de hoy con los pueblos del pasado de la región.
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Un pincho es un pequeño tentempié,[1] típico de los bares del norte de España y especialmente popular en el País Vasco, Navarra, La Rioja, Cantabria y Asturias. Suelen consumirse en bares o tabernas como un pequeño tentempié mientras se pasa el rato con amigos o familiares; tienen, por tanto, un fuerte componente socializador, y en el País Vasco y Navarra suelen considerarse una piedra angular de la cultura y la sociedad locales. Están relacionados con las tapas, con la principal diferencia de que los pinchos se suelen "pinchar" con un pincho o palillo, a menudo a un trozo de pan. Se sirven en raciones individuales y siempre se piden y pagan independientemente de las bebidas. Sin embargo, no es imposible que un mismo producto se llame pincho en un lugar y tapa en otro.
Se llaman pinchos porque muchos de ellos están atravesados por un pincho,[2] normalmente un palillo -o una brocheta en las variedades más grandes-. No hay que confundirlos con las brochetas, que en América Latina y algunas partes de España también se llaman pinchos; en las brochetas, el pincho o palillo es necesario para cocinar la comida o mantenerla unida.